Bajo una tenue luz azul eléctrico y acogedora penumbra, te preparan una buena dosis de Garage-punk, te la suministran a toda velocidad y antes de que se desvanezca el efecto, te suministran otra de Shoegaze bién amasado con Indie-rock y la experiencia resultante es el segundo viernes de esta temporada de Cicle Mutant con dos bandas de distinto género pero con mismo potencial sobre las tablas, Mox Nox y The Harts.
Eran sobre las 20.30 de la tarde cuando The Harts hicieron detonar toda su dinamita musical en forma de Garage-punk(muy punk) a altas revoluciones, volumen descomunal, temas cortos en duración pero muy intensos e incendiarios cargados de agresividad, de color negro y olor a azufre.
Un ritmo infernal y muy mala leche en sus tempos con una batería a modo martillo percutor que arrastraba a un bajo y una guitarra enrrabietados, cortantes y abrasivos a la vez adobados con una voz con mucho screaming, descarada y cruda desembocando en sonidos primitivos.
The Harts son una gran promesa que van a revolucionar el panoráma Garage-Punk Valenciano.
Acto seguido, como una suave nieblina cargada de sonidos entre espaciales y misteriosos muy reverberantes como salidos de una cueva perdia entraron en acción los grandes Mox Nox. Una amalgama de Shoegaze, indie-rock, post-punk y alt-rock de los noventa con letras en valenciano.
Dinámicos en todo ello, fueron capaces de hacer hervir el ambiente con contundencia ruidosa, distorsionada, bién enlazada, definida y frenética.
Pero también sobrados a la hora de crear una atmósfera y estados de ánimo que ván más allá con temas encadenados de infinidad de sonidos oscuros, suaves, delicados que te hacen que levites en medio de la noche y empujando a toda la estancia a una tensa calma y expandiendose a diferentes capas dibujando paisajes sonoros de otras galaxias.
Porque para estos chicos el ruido no sólo es ruido, ni sonidos entremezclados y fugitivos son sin sentido. Todo está elaborado a conciencia, cada sonido y cada nota, cada acorde y cada golpe en su ritmo cobra sentido. Su música es como un ovillo compacto con muchos hilos embrollados, pero que sabes cada uno cúal es, todos de diferente color y forma, pudiendo a simple vista entenderlos sin sobresaturar tu mente.
Y con todo ello toda la audiencia Mutant que va in crescendo, totalmente hipnotizada y fervorosa durante dos horas, desde que empezaron The Harts hasta el broche final de Mox Nox, resignandose a que terminaran los shows.
Porque fué una dosis doble, algo fuera de lo ordinario, una sensación única.
Joe Moon (08/01/2016)
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